Hazlo, para que no me quede nada. A veces deseo continuar sólo porque tengo casa, pero no puedo destruirla. Hazlo tú que puedes. Quítamelo todo para que ya pueda decir "Basta".
No quiero ni los cimientos, llévate los escombros a otra parte y muy lejos de aquí. Ayúdame a dejar todos mis deseos en el baño y todo mi patrimonio debajo de la cama. Y que no quede nada fuera, que nada escape a la inminente destrucción.
Destruye mi casa y que te sea indiferente. Que tu conciencia no despierte si me ves ante el espacio vacío que vayas a dejar, solo y con nada. Solo y solo.
Y empieza por el tejado, para que se vea poco a poco y con todo detalle. Quiero ver las tejas caer sobre mi mesa y las paredes caer y unir habitaciones de funciones antagónicas. Y que estén todas las luces encendidas, para ver cómo se van apagando, para encontrar una metáfora de cómo yo también me apago.
Quema también todo lo que se pueda quemar. Tal vez algunos muebles o algunos libros tengan alguna señal mía que me impidan olvidar o que sigan mostrando al mundo que yo alguna vez existí. Borra mis huellas como si fueras a cortarme las yemas. Quítame la identidad que antes vivía allí.
Y, sobre todo, no dejes que la historia se repita. Que nadie vuelva a a vivir aquí. Que no haya nada, porque es mi espacio vacío, porque precisamente nada es lo que quiero tener.
Ven de vez en cuando y enorgullécete de tu obra. Vigila que nada vuelva a crecer, no dejes que mi casa se empeñe en volver. Si lo hace, destruye todo lo que haya, para que no me quede nada.
No quiero ni los cimientos, llévate los escombros a otra parte y muy lejos de aquí. Ayúdame a dejar todos mis deseos en el baño y todo mi patrimonio debajo de la cama. Y que no quede nada fuera, que nada escape a la inminente destrucción.
Destruye mi casa y que te sea indiferente. Que tu conciencia no despierte si me ves ante el espacio vacío que vayas a dejar, solo y con nada. Solo y solo.
Y empieza por el tejado, para que se vea poco a poco y con todo detalle. Quiero ver las tejas caer sobre mi mesa y las paredes caer y unir habitaciones de funciones antagónicas. Y que estén todas las luces encendidas, para ver cómo se van apagando, para encontrar una metáfora de cómo yo también me apago.
Quema también todo lo que se pueda quemar. Tal vez algunos muebles o algunos libros tengan alguna señal mía que me impidan olvidar o que sigan mostrando al mundo que yo alguna vez existí. Borra mis huellas como si fueras a cortarme las yemas. Quítame la identidad que antes vivía allí.
Y, sobre todo, no dejes que la historia se repita. Que nadie vuelva a a vivir aquí. Que no haya nada, porque es mi espacio vacío, porque precisamente nada es lo que quiero tener.
Ven de vez en cuando y enorgullécete de tu obra. Vigila que nada vuelva a crecer, no dejes que mi casa se empeñe en volver. Si lo hace, destruye todo lo que haya, para que no me quede nada.
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