Campaña en la época de la II Guerra Mundial. Gran Bretaña intentaba evitar así la eficacia del espionaje nazi, concienciando a la ciudadanía de que el detalle más nimio de una 'careless talk' podía convertirse en información de interés para el enemigo e incluso llegar a costar vidas. Utilizaron carteles de diversos tipos: conversaciones entre amigos, entre soldados, entre mujeres, el incauto hombre que habla en la cabina telefónica... Y, cómo no, la mujer espía. No podía faltar...
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