-Sire..., ¿sobre qué reináis?
-Sobre todo -respondió el rey, con gran simplicidad.
-¿Sobre todo?
El Rey con un gesto discreto señaló su planeta, los otros planetas y las estrellas.
-¿Sobre todo eso? -dijo el principito.
-Sobre todo eso... -respondió el rey.
Pues no solamente era un monarca absoluto, sino un monarca universal.
-¿Y las estrellas os obedecen?
-Seguramente -le dijo el rey-. Obedecen al instante. No tolero la indisciplina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario