2 de diciembre de 2007

Desencuentros en la calle




Ah, ¿si? ¿Y Dios a la de todos?
Dios sí que es una puta, y no las que trabajando día tras día son llamadas así.

Puedo pararme a reflexionar y pensar las cosas que se podrían haber hecho con el dinero que ha costado hacer ésta y otras lindezas de DN. Y con otras muchas cosas, claro. Esto no es un caso excepcional, de todas formas, que el dinero se derrocha día tras día de múltiples formas, oigan...
Podría hacerlo, pero no. Prefiero quedarme del lado de la libertad de expresión, que no sólo me permite transmitir mis palabras a éste y otros tantos foros de opinión, sino que permite a otras personas pegar en las señales y farolas de la ciudad la autohumillación a la que se exponen cuando niegan el principio de Igualdad, cuando violan a la Tolerancia o cuando sodomizan la Dignidad humana.

En definitiva, cuando van un paso por detrás de la Humanidad.

17 de noviembre de 2007

Decidiste que la mejor forma de morir era matar tu voz...





Kiss the changes that shape my life

2 de noviembre de 2007

Tan iguales y tan distintas

Esther --------------------Esther
Murphy´s ---------- Guinness
Cafe&leche normal ------- Cafe&leche mediano
Chester -------- Lucky
con tu puedo y con mi quiero, vamos juntos compañero

1 de noviembre de 2007

Eres la mejor



Eres la mejor mi Pipe, estoy muy orgullosa de ti!
Se que llegaras muy lejos, eres una luchadora y una trabajadora incansable, y cuando te cansas un pokito en esos dias chof, sabes que siempre me tienes dispuesta para desahogarte y animarte :D
Ya es hora que le demuestres al mundo todo lo que vales, y la mujer tan increible en la que te has convertido, y yo he sido y soy un testigo privilegiado!!!gracias por ello!
Quien me iba a decir con 9 añitos que esa niña tan adorable a la que me presente en los columpios, no solo iba a ser mi mejor amiga sino una gran biologa!!!
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡animo con esa tesina!!!!!!!!!!!! y enhorabuena por llegar lejos!!no pares nunca..te puedes comer el mundo!!!y lo sabes!
A veces, los sueños se hacen realidad, pero hay que currarselos!!y tu eres el mejor ejemplo.
Eres un ejemplo a seguir mi Pipe :o)
Te QUIERO UN MONTONAZO ENORMEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE!!!
Ther :o***
[en la foto, las dueñas y señoras de este blogspot: las Estheres]

Destruye mi casa


Hazlo, para que no me quede nada. A veces deseo continuar sólo porque tengo casa, pero no puedo destruirla. Hazlo tú que puedes. Quítamelo todo para que ya pueda decir "Basta".
No quiero ni los cimientos, llévate los escombros a otra parte y muy lejos de aquí. Ayúdame a dejar todos mis deseos en el baño y todo mi patrimonio debajo de la cama. Y que no quede nada fuera, que nada escape a la inminente destrucción.

Destruye mi casa y que te sea indiferente. Que tu conciencia no despierte si me ves ante el espacio vacío que vayas a dejar, solo y con nada. Solo y solo.
Y empieza por el tejado, para que se vea poco a poco y con todo detalle. Quiero ver las tejas caer sobre mi mesa y las paredes caer y unir habitaciones de funciones antagónicas. Y que estén todas las luces encendidas, para ver cómo se van apagando, para encontrar una metáfora de cómo yo también me apago.

Quema también todo lo que se pueda quemar. Tal vez algunos muebles o algunos libros tengan alguna señal mía que me impidan olvidar o que sigan mostrando al mundo que yo alguna vez existí. Borra mis huellas como si fueras a cortarme las yemas. Quítame la identidad que antes vivía allí.

Y, sobre todo, no dejes que la historia se repita. Que nadie vuelva a a vivir aquí. Que no haya nada, porque es mi espacio vacío, porque precisamente nada es lo que quiero tener.
Ven de vez en cuando y enorgullécete de tu obra. Vigila que nada vuelva a crecer, no dejes que mi casa se empeñe en volver. Si lo hace, destruye todo lo que haya, para que no me quede nada.

23 de octubre de 2007

Enhorabuena Kimi Räikkönen, sin duda lo mereces :)


Al teclado Ther, una grandisima fan desde hace muchisisisisisimo tiempo de Kimi, hasta ahora el chico con los ojos mas bonitos del mundo y ahora tambien campeon...
^______________________________^
Sin duda alguna se lo merece, sobre todo por jugar limpio, y por su comportamiento deportivo, en la, sin duda alguna, temporada mas nefasta y deprimente de la F1...todo por culpa del nuevo, el niñato Hamilton; si, ya he leido que si han puesto una denuncia para que el niñato llegue a ser campeon del mundo ( que casulidad que la caguen las dos escuderias que pasaron linea de meta antes que el no?), pero confio en la cordura de la FIA, y que no hagan caso al tocapelotas...¿ que sera lo proximo, siendo él, el primero en hacer trampas por ultima vez en los entrenamientos de Brasil? es patetico, penoso, niñato mimado y mal criado, egoista...pero si le dan cancha en su equipo...en fin!
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Kimi, GRANDE!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Y solo me keda decir...
NIÑO JESUS SALVANOS!!!!!!!!! MATA A HAMILTON!!..bueno matarle no, pero como te suplique el domingo..me conformo con que le pique una avispa africana en el ojo ^^..mmmm....esto...ahora se decia ..¿amen?

16 de octubre de 2007

El número dos


Definición y características del número 2:

- Primera acepción de la R.A.E. : uno y uno.

- El dos cumple la condición de número par. Un número m se dice par sí y sólo si existe un n tal que: m = 2 x n

- El dos es además un número primo (curioso). Un número es primo si es mayor que uno y sólo es divisible por sí mismo y por la unidad.


Tal vez lo siguiente sea aburrido de leer, pero leer lo siguiente es opcional. No se me tache entonces de brasas, que quien avisa no es traidora.


Lo siguiente:

Lo que a veces me cuesta entender es, como gozando de estas magníficas definiciones del número 2, le dotas de otras cualidades erróneas...

El 2 es sinónimo de felicidad. ¡Qué mentira! si sólo es sinónimo de sí mismo, ni siquiera lo es de "un par".
"Tú y yo" somos dos. No, no, que según la R.A.E. dos son "uno y uno". Tú y yo no somos cuantificables. Y mucho menos somos "uno" porque soy uno cuando estoy solo, no contigo. Es odiosamente excluyente...

Que nos sumen o que nos resten, que nos calculen, nos registren, nos clasifiquen o nos ordenen. Que nos digan cuántos somos sobre la faz de esta tierra o que prediquen que lo nuestro es crecer y multiplicarnos.Da igual.

"Tú y yo" no somos dos.

Tú te sientas a mi lado y los niños nos confunden como si fuéramos sendas piezas de la misma fruta, colocadas en su cesta, como si fuéramos el enunciado de un problema de matemáticas. Y los niños dicen: "Mira a esos dos". Estás suspenso, niño incauto, que no se pueden sumar cosas distintas.
Por que tú y yo no somos iguales, en eso estarás de acuerdo conmigo. Distamos mucho de ser iguales, justamente porque entre tú y yo hay una distancia de infinitos puntos.

Seguimos sin ser dos, pero se empeñarán en que seremos felices siendo dos, siendo para siempre dos. Pero no podemos ser felices siendo algo que no somos, deja que te diga.

El dos es un número que yo pinto de verde fosforito y recorto con un punzón. Es un adjetivo. Si voy más lejos, es hasta la raíz cuadrada de 4.
Que nos peguen en un folio, nos pinten de verde fosforito y nos recorten con un punzón. Entonces sí seremos, no "dos", sino un "dos". Porque hay más en este mundo. Hasta si me pegaran en un folio sólo a mí, me pintaran de verde fosforito y me recortaran con un punzón podría yo también ser un dos. Sólo uno, pero dos.

Pero tú crees que eso es ridículo, ¿no? ¿Acaso alguien me va a pintar de verde fosforito? ¿Acaso alguien querría pintarte? Pues entonces no hay otra forma de ser dos, ni de definir qué es (o qué somos, mejor) "Tú y yo".

Y eso me tranquiliza...

6 de octubre de 2007


Porque el ayer es sólo un sueño
y el mañana, una visión:
Pero el presente bien vivido
hace del ayer un sueño de felicidad
y del mañana una visión de esperanza.

Aprovecha bien, pues, el día de hoy.


Proverbio sánscrito

3 de octubre de 2007

Mary Jane's last dance

Si muero joven, vístanme de gala y sáquenme a bailar...





"Oh my my, oh, hell yes. You´ve got to put on that party dress.
It was to cold to cry when I woke up alone..."

30 de septiembre de 2007

Esa mirada tuya...


-Quítate el vestido- dijo él en voz baja. Asustada lancé una rápida mirada; no sabía si lo había oído o me lo había imaginado. Estábamos en la cocina, yo junto al fregadero y él apoyado en la encimera de enfrente, con los brazos cruzados. Se suponía que habíamos salido a tomar un café. Pero, a menos que estuviera teniendo alucinaciones auditivas, él acababa de pedirme que me quitara el vestido.
-¿Cómo dices?-balbucí. Me miro fiíjamente, impasible, y me estremecí.
-Ya me has oído- dijo.
Sentí una mezcla de indignación y terror.¿Cómo se atrevía?y ...¿ qué se suponía que tenía que hacer yo ahora? Lo más lógico habría sido decirle que se marchara inmediatamente, pero lo que hice fue decirle:
-Pero si ni siquiera nos han presentado.- era un intento de quitar leña al fuego. Pero a él no le hizo ninguna gracia.

-Venga- insistió con un tono extrañamente persuasivo-.Quítatelo.
Se me hizo un nudo en la garganta. No había bebido lo suficiente para afrontar una situación así. Si había llegado a esa situación fue porque mi amiga me dejo tirada en el bar, me guiñó un ojo y dijo mirándole a él: "Pero cuidado con ese tipo, vigila dónde te pone las manos". Y dicho esto desapareció, creyéndose la mar de graciosa y dejándome con un palmo de narices. Al cabo de un rato intenté escaparme, pero él, con firmeza y galantería me invitó a una copa y se ofreció a acompañarme a casa después.
- Quítate el vestido -insistió- quítatelo.
Me di cuenta por su tono que hablaba en serio.
- Desabróchate el primer botón- dijo.
Ése fue el momento en que debí darme cuenta, por su tono, de que hablaba en serio. Aquello no era ningún juego de niños,y no me gustaba nada. Pero en lugar de echarle me lleve la mano al escote...vacilé...y me paré. Qué demonios, me dije. No pienso quitarme el vestido porque este descarado me lo pida.
- Si no lo haces, yo lo haré por ti.- dijo con un tono ligeramente amenzador.
Asustada desabroché torpemente el botón, sin poder creer lo que estaba haciendo. ¿Qué le había pasado a mi dignidad?
- Ahora el otro- dijo mirándome con los ojos entrecerrados.
Cada vez estaba más excitada, Con dedos temblorosos, me desabrochñe el siguiente botón.
- Sigue -dijo con una sonrisa sexy e inquietante. Fui desabrochándome lentamente todos los botones del vestido: mientras lo hacía, el no me quitaba los ojos de encima. Cuando terminé, crucé los brazos sobre el pecho.
- Quítatelo- me ordenó.
No me moví.
- He dicho que te lo quites.
Hubo una tensa y larga pausa. Hasta que, turbada, desafiante, pero obediente, me quité el vestido y se lo entregué. Él cogió el vestido , sin dejar que nuestras manos se tocaran, y lo dejó sobre la encimera. Nos miramos a los ojos, y su expresión me produjo un escalofrío. Aunque hacía calor, se me puso la carne de gallina.
- A ver, déjame pensar qué puedo hacer contigo.- Me examinó de arriba a abajo, como si yo fuera una vaca de concurso. Me entraron ganas de esconderme, pero hice un esfuerzo y me enderecé, metiendo barriga y sacando pecho. Hasta pensé en apoyar una mano en la cadera, pero me pareció que quedaría demasiado descarada.
- ¿Qué más te puedes quitar? Aunque suene ridículo, lo último que yo quería quitarme eran los zapatos; no quería perderlos porque el tacón era alto y me estilizaban las piernas.
- Vale, quítate el sujetador.
- ¡No!

- ¡Si!.- me miró con una sonrisa burlona.
Nos miramos fijamente: yo estaba ruborizada de vergüenza y excitación. De pronto me fijé...en su revelador ..........en sus vaqueros...y sin darme cuenta me llevé las manos a la espalda y busqué el cierre del sujetador. Pero después de desabrochármelo, me quedé paralizada. No me atrevía a quitármelo.
- Sigue- dijo él con con tono autoritario al ver que me había detenido.
- No puedo- dije.
- Vale- repuso él, comprensivo-. Baja un tirante por el brazo.
Obedecí hechizada por su inesperada delicadeza.
- Ahora el otro- dijo Volví a obedecerle.
- Y ahora, dámelo.
Al estirar el brazo para entregárselo, me di cuenta de hasta qué punto me deseaba. Pero inmediatamente, volví a sentir aquella mezcla de humillación y excitación.
- Ahora ven aquí y haz lo que me hiciste el otro día en tu fiesta- me ordenó. Sentí verguenza y no me moví.
- Ven.-Insistió.
Fui hacia él como una autómata, con la vista clavada en el suelo.
- Verás- dijo entonces cogiéndome una mano y colocándola en la hebilla de su pantalón -, es que tú y yo tenemos un asunto por terminar.
No sabía dónde meterme, y me volví. - Ven aquí- dijo mientras yo intentaba apartar la mano.
- No- dije
- Estas empezado a repetirte- se burló.
Él tenía las manos en mi cintura, pero se mantenía deliberadamente apartado de mí. Y a mí aquel hombre tan corpulento y extraño me asustaba demasiado como para que me apoyara en él. Ni siquiera me atrevía a mirarlo.
- Adelánte- intentó deslizar mi mano por sus pantalones-. Acaba lo que empezaste el sábado.
Estaba abochorada y mareada de excitación. Intenté apartarme.
- Oh, no- dijo él con una risita desagradable-.Basta de jueguecitos. A los hombres no les gusta que les tomen el pelo.

Me di cuenta de que no podía continuar. Notaba que algo crecía dentro de mí, y tuve que parar para que esa sensación no me abrumara. Esta vez no me pidió nada ni me ordenó que hiciera nada. Pero yo oía el ronco sonido de su respiración, y notaba su cálido aliento en la cabeza. Ambos estábamos ganando tiempo, aunque no sé a que esperábamos. Tuve la sensación de que estábamos en una vía muerta, a la espera de que algo pasara de largo. Entonces, me rodeó por la cintura con su brazo, con un gesto sorprendentemente protector. Al notar su brazo sobre mi espalda me estremecí.
Lentamente , sin mirarlo, empecé a desabrocharle el cinturón. El grueso cinturón negro de piel (hasta eso me intimidaba) se soltó con un leve pero evocativo chasquido. Y se quedó colgando de los pantalones. Él intentaba respirar con normalidad, pero no le resultaba fácil.
Contuve la respiración y desabroché le primer botón de sus vaqueros. Luego el siguiente. Y el siguiente. Cuando terminé me quedé quieta, esperando a que me dijera qué debía hacer a continuación.
- Mírame. dijo.
Levanté la vista a regañadientes,y cuando finalmente nos miramos, algo estalló dentro de mi, algo que vi reflejado en su cara. Lo miré fijamente,asustada y admirada, llena de deseo. Anhelaba sus caricias, su ternura, sus besos, el tacto de su rasposa mandíbula en mis mejillas, el olor de su piel. Levanté una mano temblorosa y le acaricié su sedoso cabello. En cuanto lo toqué, el dique se vino abajo. Esta vez no esperámos a que la locura pasara de largo. Nos abalanzamos en uno sobre el otro, tirando, arrancando, besando, arañando. Jadeante, le tiré de la camisa, intentado quitársela para acariciarle la suave espalda, la línea de vello de su vientre... él me abrazaba, me acariciaba, me mordía. Enredó sus dedos en mi cabello, me echó la cabeza hacia atrás y me besó con tanta rabia que me hizo daño.
- Te deseo...

Esas palabras que salieron de su boca...fueron el detonante.
Lo miré a las pupilas con avidez, y vi que tenía las pupilas dilatas.

Yo ya no podía esperar más... ...