14 de mayo de 2009

Minas de sal




A medida que me acercaba, mis pasos crujían cada vez más fuerte, por eso decidí descalzarme. Sólo funcionaba a medias, pero logré así no interrumpir las oraciones del feligrés de la primera fila.

Me iba a dejar caer en los bancos de la mitad, pero a esa altura, el supuesto feligrés ya no me lo parecía tanto. Así que hinqué mis rodillas justo detrás de él, en la segunda fila, en la fría piedra. No cerré los ojos, ni tan siquiera uní mis manos en señal de plegaria. Allí sólo había una persona rezando.

-Nací en el seno de una familia católica.
-Mi padre dejó de creer cuando levantó la primera piedra. –sin ironías.

Me había acostumbrado a que nuestras conversaciones comenzaran así, relegando el factor sorpresa a un segundo plano. Él también, o eso creo.

-¿Cómo has llegado hasta aquí?
-El coche se quedó sin gasolina.
-¿Justo aquí?
-Dejé que se agotara a propósito.

No respondió, pero yo sabía que había una pregunta rondando por su mente. Una pregunta que no se atrevería a hacer.

-Cuando me quedo sin el último recurso es cuando te encuentro…



1 de mayo de 2009

Fauna imprescindible (VII)



Este pequeño cilindro peludo y marrón da ganas de cogerlo en brazos y darle un achuchón, ¿cierto? Déjenme decirles, entonces, que si lo hacen se pueden ir despidiendo del mañana, ya que este adorable cilindro peludo es más bestia y violento que Hulk cuando tiene un mal día. Aunque esta lindda rata-topo no lo hace con maldad, sino porque es el estilo de vida que ha elegido...por eso sus rituales de apareamiento son a lo Sodoma y Gomorra...

PD. No crean que por ser ciego tiene desventaja...